

¡Brumm, brumm! Los coches circulan alegremente por la rotonda. Con el lápiz imantado, los niños pueden aparcar y «desaparcar» los coches a discreción y hacerlos circular por las carreteras. En la gasolinera hay gasolina para todos los coches. Y cuando un niño quiere pasar la calle, primero tiene que ponerse verde el semáforo.
¡Brumm, brumm! Los coches circulan alegremente por la rotonda. Con el lápiz imantado, los niños pueden aparcar y «desaparcar» los coches a discreción y hacerlos circular por las carreteras. En la gasolinera hay gasolina para todos los coches. Y cuando un niño quiere pasar la calle, primero tiene que ponerse verde el semáforo.
Esta actividad fomenta la motricidad fina y la educación vial.