

Verano, 1756: Federico El Grande de Prusia está alarmado al darse cuenta que casi todos sus vecinos han formado una alianza.Por esa razón, hace un ataque preventivo en contra del miembro más vulnerable de dicha alianza, Saxony. Pero este es solamente la ronda inicial de una lucha épica que más adelante sería conocida como la Guerra de los Siete años.
Verano, 1756: Federico El Grande de Prusia está alarmado al darse cuenta que casi todos sus vecinos han formado una alianza, cuyo propósito, sospecha, debe ser el aniquilamiento de su nación.
Por esa razón, hace un ataque preventivo en contra del miembro más vulnerable de dicha alianza, Saxony, quien termina rindiéndose unas pocas semanas mas tarde. Pero este es solamente la ronda inicial de una lucha épica que más adelante sería conocida como la Guerra de los Siete años.
Prusia está completamente rodeada por sus enemigos, liderado por los grandes poderes continentales: Francia, Austria y Rusia. La situación de Prusia ha llegado al punto de responder a una sola cuestión: ¿ ser o no ser? Pronto Prusia está ardiendo. Francia ha atravesado por el norte de Alemania. Austria ha invadido Silesia. Los rusos han cruzado el Río Oder, y han quedado a solo cinco días de distancia de la capital de Berlín, su capital. Federico combate retrocediendo de manera feroz y, desesperadamente, acomete de crisis en crisis dentro de su estratégico triángulo. Encuentra, sin embargo, que aun cuando haga retroceder a un enemigo, los otros toman ventaja de su ausencia en el avance.
Después de cinco largos años de guerra, cuando parece evidente que Prusia va a caer, Federico es salvado por un milagro: la Zarina de Rusia muere y su sucesor, que admira a Federico sin limites, inmediatamente hace la paz. Suecia muy pronto le sigue y un año más tarde una Francia que se encuentra en bancarrota termina también negociando.
Prusia se ha salvado.